En los últimos tiempos, los avances tecnológicos han propiciado una importante normalización en
la talla de diamantes, lo que ha dado lugar a la creación de diamantes técnicamente impecables que exhiben un excepcional juego de luces. Sin duda, estos diamantes naturales, meticulosamente elaborados y matemáticamente precisos, poseen un encanto sobrecogedor. Sin embargo, algunas personas argumentan que pueden carecer del toque artístico que imparte un tallador de diamantes experto durante el proceso de talla tradicional.
Si no ha conocido los diamantes tallados antes de esta revolución tecnológica, no está solo. Los diamantes como los de mina vieja y los de talla euro vieja entran en esta categoría, pero son cada vez más raros, ya que no se tallan desde hace más de medio siglo. Por el contrario, la talla rosa destaca por su originalidad artística y, afortunadamente, se ha vuelto más fácil de conseguir a medida que la gente reconoce sus cualidades distintivas.
¿Qué es un diamante talla rosa?
Se cree que el arte y la técnica de elaborar un diamante talla rosa se originaron en la India del siglo XV. En la década de 1520, los talladores europeos de piedras preciosas habían adoptado este estilo como norma para las joyas de diamantes. En consecuencia, numerosos diamantes antiguos de gran calidad y renombre, especialmente de la época preedieval, cuando la talla rosa alcanzó su cénit de popularidad, muestran esta talla en particular. A diferencia de los diamantes de talla brillante, comúnmente observados, las tallas rosas carecen de pabellón (la parte inferior puntiaguda de un diamante), lo que da lugar a una forma claramente más plana en el reverso.
La sección superior del diamante, conocida como corona y visible desde arriba, presenta una cúpula facetada con un rango de 3 a 24 facetas, un notable contraste con las 57 ó 58 facetas de la talla brillante. Normalmente dispuestas en dos filas, las facetas constan de facetas centrales en forma de estrella que forman el vértice del diamante, complementadas por un número proporcional de facetas en la segunda fila. El estilo de talla rosa es versátil y puede aplicarse a diversas formas, como redonda, ovalada, hexagonal, trapezoidal y prácticamente cualquier forma imaginable. Debido al reducido número de facetas, los diamantes de talla rosa exudan un brillo radiante desde el interior, produciendo un destello cautivador pero sutil, distinto del intenso fulgor de una talla brillante.