¿Qué son los diamantes Briolette?
La talla briolette, que presenta una piedra en forma de gota adornada con facetas triangulares o romboidales alrededor, carece de tabla, corona o pabellón. Un mayor número de facetas realza el brillo de la piedra, y estas facetas triangulares cubren completamente la sección transversal circular de la piedra. El corte Briolette es uno de los más difíciles de dominar, incluso plantea dificultades a las modernas tecnologías de corte por láser para lograr la perfección. A pesar del meticuloso proceso de producción, las piedras briolette se erigen como algunas de las tallas de diamante más exquisitas y únicas que existen. La característica forma de lágrima de la talla permite ver el diamante sin obstrucciones, creando una rara sensación de fluidez que muestra el diamante en todo su esplendor.
La historia de los diamantes briolette
En la época contemporánea, los diamantes de talla redonda y pera reinan como las opciones más populares y prevalentes, junto con los diamantes de talla princesa y radiante de forma "Fancy", ampliamente aceptados. Sin embargo, las preferencias históricas cuentan una historia diferente. En el siglo XVII, la talla briolette gozaba de una popularidad sin parangón entre las familias reales y nobles. Esta talla, que se distingue por la ausencia de una superficie plana o de un culet de estilo convencional, no se empleaba habitualmente como piedra central de anillos o collares.
En su lugar, los diamantes talla briolette encontraron favor como adornos ornamentales para exquisitos collares de diamantes. En particular, Napoleón regaló a la emperatriz María Luisa un impresionante collar de diamantes adornado con 10 diamantes briolette de 4 quilates cada uno. Aunque los diamantes briolette son relativamente más raros en los engastes contemporáneos, existe un creciente aprecio por ellos, sobre todo en las tallas más grandes, de 8 a 12 quilates.
Magnificencia multifacética
El primer aspecto que llama la atención de cualquiera, incluso de los que no están familiarizados con los diamantes, es la forma de la talla. Esta faceta desempeña un papel crucial a la hora de determinar el estilo del diamante y la calidad de la luz que irradia. Entre las tallas estimadas y tradicionales destaca el briolette, un diamante alargado que se asemeja a una lágrima o a una uva. Adornado de forma única con facetas triangulares que lo cubren en su totalidad, el briolette exhibe un brillo y un destello poco comunes.
Se cree que el briolette tiene su origen en la talla rosa doble, caracterizada por un lado alargado que da forma de gota al diamante.