Una ventana abierta a la industria del diamante
Hacer del mundo un lugar mejor, diamante a diamante
Existen muchos conceptos erróneos en torno a la industria del diamante natural, ya que los avances logrados en este campo no son ampliamente comprendidos. Verá, millones de personas de todo el mundo deben su sustento y su riqueza a los diamantes. Dado que la cadena del diamante incluye muchos pasos, desde la exploración geológica hasta la fabricación y, finalmente, la venta al por menor, hay que realizar trabajos importantes para que el proceso avance sin problemas y estos diamantes lleguen al mercado.
Entre ellos hay geólogos, gemólogos, ingenieros civiles, profesionales del marketing, analistas, pulidores de diamantes, perforadores, economistas, geoestadísticos, hidrólogos, comerciantes de diamantes y muchos más.
A continuación, exploraremos el impacto de la industria del diamante en las economías locales, los medios de subsistencia y el medio ambiente.
Diversidad de la mano de obra
La industria del diamante depende de muchas facetas únicas que trabajan juntas. La mano de obra está formada por personas de distintos orígenes, culturas y con diferentes competencias. No importa su raza, religión y etnia.
Reúne a personas de todas las edades, demografías y religiones, ya sean cristianos, musulmanes, judíos, hindúes o budistas, que trabajan de forma cohesionada y pacífica más allá de las fronteras. Emiratos, India, Israel, China, Rusia, Europa, EE.UU. y África trabajan juntos. Una diversidad tan rica crea un futuro más fuerte y brillante para todos los implicados.
El impacto de la industria del diamante en la economía
La industria del diamante natural crea puestos de trabajo en muchos países en desarrollo y, por extensión, refuerza sus economías locales.
Botsuana, una de las naciones más pobres del mundo, se transformó radicalmente en un país de clase media gracias al descubrimiento y la extracción de diamantes. Los ingresos procedentes de los diamantes representan más del 30% del PIB del país, lo que permite que todos los niños vayan ahora a la escuela gratuitamente hasta los 13 años.
A través de fuerzas conjuntas, el gobierno y las empresas de explotación de diamantes han garantizado que la nación seguiría viviendo en una relativa prosperidad en una economía post diamantífera. Además, varias empresas de diamantes han establecido plantas de corte y pulido en el país y Gemological Science International (GSI) ha introducido un laboratorio en el país, que forma y emplea a trabajadores locales. Estas importantes iniciativas permiten que los ingresos permanezcan en Botsuana.
Namibia es otro de esos países. La industria del diamante ha generado más de 19.000 puestos de trabajo y ha impulsado significativamente los ingresos del país, convirtiéndolo en una de las mayores naciones mineras de diamantes del mundo, con cifras del Proceso de Kimberley (PK) que informan de una producción anual de diamantes de más de 1.000 millones de dólares.
En la India ocurre lo mismo. El sector del diamante emplea y proporciona un medio de vida muy necesario a más de millones de indios, y ofrece una financiación muy necesaria a escuelas y hospitales.
Diamantes éticos
Los consumidores de hoy en día son exigentes y compran diamantes basándose en la sostenibilidad, las prácticas empresariales éticas y el origen de la mano de obra.
En 2003, la industria del diamante natural colaboró con gobiernos y ONG para fundar el Proceso Kimberley (PK). El objetivo de los informes KP es ser transparentes y mostrar el recorrido de la piedra desde la mina hasta el mercado. Esto también garantiza las prácticas éticas de la industria y evita el flujo de diamantes conflictivos o vendidos para financiar acciones bélicas.
El impacto medioambiental del diamante
Desde el punto de vista medioambiental, la extracción de diamantes deja una huella medioambiental mínima. De hecho, la huella de carbono de un diamante natural pulido de 1 ct es menor que la de la mayoría de los diamantes sintéticos de tamaño similar. Dicho esto, muchas empresas mineras de diamantes están avanzando hacia el estatus de neutralidad de carbono.
Como puede ver, la industria del diamante natural crea puestos de trabajo en muchas naciones en desarrollo y, por extensión, refuerza sus economías locales. Además, esta industria financia en gran medida programas comunitarios y colabora estrechamente con los gobiernos locales para garantizar el cumplimiento de prácticas seguras para el medio ambiente.
Al comprar diamantes extraídos de la tierra, los consumidores contribuyen a la economía y ayudan a mejorar la calidad de vida de las comunidades de donde proceden las piedras.
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